¡ Vamos a seguir conociendo a pintoras del Renacimiento! Ahora nos toca Caterina van Hemessen y vamos a conocer un poco su vida y sus obras.
Caterina van Hemessen nació en Amberes (Bélgica) en 1528. Fue una de las primeras mujeres artistas del Renacimiento.
Ella empezó a pintar gracias a su padre. Todos los días, Caterina iba al taller de su padre a ver cómo pintaban hasta que pensó que ella quería ser como él. Al principio, a su padre no le gustó mucho la idea porque el mundo era de los hombres (como ya hemos estudiado) y las mujeres debían estar en casa. Pero cuando su padre vio sus pinturas... ¡no pudo resistirse! Mira uno de sus primeros autorretratos:
Se encuentra en el Museo de Arte de Basilea, Suiza y lo pintó cuando solo tenía 20 años.
Pero algo ocurrió que hizo que Caterina dejara de pintar. La artista se caso y comenzó a deicarse a las labores del hogar. Sin embargo, viajaron a España (ella y su marido) con la Corte de Carlos V para hacerles retratos y que trabajara como pintora. Fue en esta época cuando ayudó a su padre a pintar el Retablo de Tendilla del monasterio de Santa Ana en Guadalajara. ¡Aquí os dejamos el Retablo para que le echéis un vistazo!
Se encuentra en el Museo de Arte de Cinccinati, en Estados Unidos.
Además, pintó algunos retratos y autorretratos, entre los cuales están los siguientes:
Retrato de una mujer. Se encuentra en el Museo Fitzwilliam en Reino Unido.
Caterina van Hemessen nació en Amberes (Bélgica) en 1528. Fue una de las primeras mujeres artistas del Renacimiento.
Ella empezó a pintar gracias a su padre. Todos los días, Caterina iba al taller de su padre a ver cómo pintaban hasta que pensó que ella quería ser como él. Al principio, a su padre no le gustó mucho la idea porque el mundo era de los hombres (como ya hemos estudiado) y las mujeres debían estar en casa. Pero cuando su padre vio sus pinturas... ¡no pudo resistirse! Mira uno de sus primeros autorretratos:
Se encuentra en el Museo de Arte de Basilea, Suiza y lo pintó cuando solo tenía 20 años.
Pero algo ocurrió que hizo que Caterina dejara de pintar. La artista se caso y comenzó a deicarse a las labores del hogar. Sin embargo, viajaron a España (ella y su marido) con la Corte de Carlos V para hacerles retratos y que trabajara como pintora. Fue en esta época cuando ayudó a su padre a pintar el Retablo de Tendilla del monasterio de Santa Ana en Guadalajara. ¡Aquí os dejamos el Retablo para que le echéis un vistazo!
Se encuentra en el Museo de Arte de Cinccinati, en Estados Unidos.
Además, pintó algunos retratos y autorretratos, entre los cuales están los siguientes:
Retrato de una mujer. Se encuentra en el Museo Fitzwilliam en Reino Unido.
Retrato de una mujer con un perro, se encuentra en la Galería Nacional de Londres.
Además de los retratos y autorretratos también realizó obras religiosas. Su obra fue poco numerosa pero muy influyente. Caterina van Hemessen llegó a ser importante por su talento y así ha pasado a la historia como una de las mujeres más influyentes del Renacimiento.
Aquí tienes una actividad para poner a prueba tus conocimientos, ¡adelante!
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